Es la inflamación de la mucosa de fosas nasales y senos paranasales (rinosinusitis).
La función de las fosas nasales es calentar, limpiar y humidificar el aire que respiramos y colabora en los sentidos del olfato y del gusto. Una persona normal produce alrededor de dos litros de moco líquido cada día, que ayuda a mantener el tracto respiratorio limpio y húmedo. Unos delgados pelos microscópicos, llamados cilios, recubren la superficie interna de las vías aéreas y ayudan a eliminar las partículas. Lentamente esta capa de moco es desplazada hacia la garganta desde donde es deglutida de forma inconsciente.

Causas:
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Rinitis catarral: La rinitis se produce por una inflamación de la mucosa nasal. La causa más habitual suele ser la rinitis inespecífica aguda, es decir, la secundaria a un cuadro catarral común, lo que también se denomina coriza. El frío, la humedad elevada y la obstrucción nasal son los principales factores que predisponen a la rinitis inespecífica aguda. El contagio suele ser aéreo o bien directo, mediante las micro gotas de saliva que se generan al hablar.
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Rinitis bacteriana principalmente por bacterias de tipo cocos y H. influenzae.
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Rinitis seca: atrofia moderada de la mucosa de las fosas nasales que produce insuficiencia respiratoria nasal, sequedad generalizada de vías altas y presencia de costras en fosas nasales. Las rinitis secas deben tratarse con lavados con suero fisiológico para hidratar las fosas nasales y pomadas oleosas, humidificadores, aerosoles mucolíticos.
Existen enfermedades que pueden presentar rinitis como uno de sus síntomas, como son la tuberculosis, la granulomatosis de Wegener, la sífilis, la sarcoidosis, la infección por VIH o la lepra.
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Rinitis alérgica:
Es la inflamación de la mucosa nasal producida por el contacto con la misma de una substancia transportada por el aire que respiramos y que provoca una reacción antígeno-anticuerpo con la aparición súbita de la sintomatología.
Los neumoalergenos más frecuente son: polen de gramíneas, polvo doméstico, caspa de animales domésticos, plumas, olivo, plátano de sombra, hongos, picadura de insectos, etc.
Los síntomas más frecuentes son:
Congestión nasal (obstrucción nasal, ronquido).
Crisis de estornudos.
Aumento de la mucosidad nasal, acuosa (rinorrea).
Picor en vías altas respiratorias (nariz, paladar, faringe, oídos).
Otros síntomas son:
Dolor de cabeza.
Tos seca.
Pérdida del olfato.
Diagnóstico:
La sintomatología que presenta el paciente suele ser muchas veces lo suficientemente demostrativa para sospechar rinosinusitis alérgica (animales de mascota en casa, momento de aparición, en qué épocas del año, moquetas y alfombras en casa, etc.).
Rinofibrolaringoscopia: presencia de mucosa pálido-azulada en fosas nasales, congestión generalizada, aumento de la mucosidad acuosa, hipertrofia de cornetes inferiores. Otras mucosas expuestas al aire como la conjuntiva de los ojos también se ve afectada con enrojecimiento, lagrimeo, escozor, etc. Es bastante común la presencia de las llamadas "ojeras" edema y pliegues debajo de los párpados inferiores.
Pruebas alérgicas: cuando se sospeche la implicación alérgica, remitidos al paciente al especialista Alergólogo para la práctica del test cutáneo (Prick Test) para identificar qué neumoalergenos están implicados. Otra determinación es la presencia o no de eosinófilos (glóbulos blancos implicados en los procesos alérgicos) en la secreción nasal. En ocasiones es necesario un análisis de sangre para determinar la IgE (inmunoglobulina específica de algunos alérgenos).
Tratamiento:
El mejor tratamiento es evitar el contacto del paciente con el alérgeno que le provoca la enfermedad. Evitar salir al campo en épocas de polinización, filtros de aire, alejar las mascotas, usar aspirador, evitar moquetas y alfombras, evitar humedad, etc.
Dependiendo de la intensidad de los síntomas podemos prescribir antihistamínicos orales y corticoides en presentación de spray nasal, con buen resultado.
En casos de no adecuada respuesta al tratamiento oral puede intentarse la inmunoterapia (vacunas específicas), con buenos resultados en muchas ocasiones.
Radiofrecuencia de cornetes inferiores: buenos resultados en casos crónicos con mala respiración nasal.
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Rinitis vasomotora:
Consiste en una reacción exagerada y desproporcionada de la mucosa nasal ante estímulos inespecíficos y normales para las demás personas. Se parece mucho en cuanto a los síntomas a una rinitis alérgica, pero aquí las pruebas alérgicas a neumoalergenos son negativas.
Los desencadenantes más habituales son: ambientes mal ventilados, humo del tabaco, diferencia de temperatura, etc., pero otras veces son motivadas por el stress o por efectos secundarios de medicamentos.
La sintomatología es muy parecida a la alergia, pero quizá la obstrucción nasal y la aparición de mucosidad acuosa dependiendo de la posición de la cabeza o ante estímulos como la comida sean mas sugestivas de la rinitis vasomotora.
Las pruebas que en la alergia son positivas, como el Prick Test o la IgE sérica, aquí son negativas.
El tratamiento que podemos ofrecer es similar al de la alergia. El uso prolongado de sprays nasales de corticoides puede ser de utilidad.
En el caso de rinitis colinérgica (rinorrea y obstrucción desencadenada por stress) es útil el uso de spray de ipatropio en fosas nasales.
Si hay obstrucción nasal permanente por hipertrofia de cornetes, indicamos radiofrecuencia de cornetes inferiores.