

Es un desorden del equilibrio producido por una anomalía localizada en la zona del oído interno llamado laberinto.
Dentro del oído interno están los canales semicirculares o "laberinto" que junto con el octavo nervio craneal, son los responsables de controlar el equilibrio y el sentido de la orientación.

El origen de la enfermedad de Meniére es la hidropesía endolinfática, que consiste en un aumento de la presión del líquido que se encuentra dentro del laberinto (oído interno).
Síntomas:
Vértigo rotatorio, es decir, sensación de girar, de dar vueltas, de larga duración, que empeora con los movimientos de la cabeza.
Pérdida de audición (hipoacusia neurosensorial), unilateral del oído afectado, fluctuante, que empeora con las crisis.
Ruidos en el oído afectado (acúfeno) que puede preceder a la crisis y aumenta de intensidad mientras dura el vértigo.
Náuseas y vómitos intensos.
Sensación de "plenitud" en oído afectado.
NO se pierde el conocimiento.
Diagnóstico:
La presencia de crisis de vértigo acompañado de ruidos (acúfeno) y de pérdida de audición en un oído, ya nos hace sospechar la enfermedad de Meniére.
Pruebas complementarias: audiometría tonal, impedanciometría y reflejos estapediales, potenciales evocados de tronco cerebral, investigar la presencia de nistagmus (movimientos sincrónicos de los ojos) y sus características, estudio del equilibrio con posturografía y videonistagmografía.
Resonancia nuclear magnética, es casos de sospechar otras patología asociadas.
Tratamiento:
Dieta pobre en sal, sin excitantes tipo alcohol, café, té.
Régimen de vida tranquilo, sin estrés, dormir lo suficiente
Sedantes vestibulares para controlar la crisis.
Con estas medidas podemos alcanzar una tasa de control muy alta, siendo impredecible la aparición o no de nuevas crisis y su duración.
Gentamicina intratimpánica: consiste en la aplicación de gentamicina sobre el oído interno.
Tratamiento quirúrgico: Neurectomía vestibular o laberintectomía.